¿Cómo montar un buffet?

La estructura clásica del buffet se basa en el orden de los platos: al principio hay platos, cubiertos, servilletas y pan. A continuación se presentan ensaladas y entrantes. Si también se ofrecen sopas, siguen platos hondos o cuencos hondos, cucharas y las propias sopas. Luego se colocan los platos principales. Al final siguen los postres. Asegúrese de que la distancia entre los platos fríos y calientes sea lo suficientemente grande; esto evitará que un postre frío se caliente. Además, los platos principales que huelen intensamente deberían colocarse más adelante. Conviene utilizar expositores, carteles o tableros pequeños para marcar las zonas o platos individuales. Para que tus invitados sepan exactamente qué comida estás ofreciendo.

¡Los buffets no sólo son adecuados para eventos de catering! Los buffets también pueden utilizarse de diversas formas en la gastronomía cotidiana. Hay muchos tipos diferentes de buffets que pueden integrarse bien, según el concepto, y que pueden suponer un cambio bienvenido. Dependiendo del número, un buffet puede atender a los huéspedes más rápido que un servicio convencional; además, normalmente se necesita menos personal.

Por supuesto, un buffet no encaja en todos los conceptos. Muchos huéspedes aprecian el servicio personalizado cuando visitan un restaurante. Sin embargo, puede ser una buena idea presentar ensaladas o postres en forma de buffet: así el huésped puede elegir sus comidas completamente según sus preferencias personales. También en eventos más importantes, como sociedades cerradas o veladas temáticas, es adecuado un buffet.